A poco tiempo de celebrarse
el bicentenario de la independencia nacional, siendo la ambición de
algunos políticos el ocupar la casa de Pi zarro
en esos instantes, la economía no ha cambiado en mucho a la de la época
colonial; una economía extractivista, primaria, destructiva y muy
parasitaria, hoy en nuestra sección LOS IMPRESCINDIBLES,
un extracto de una obra muy vigente de Eduardo Galeano:
“… Cuando los españoles irrumpieron en América , estaba en su apogeo el
imperio teocrático de los incas, que extendía su poder sobre lo que hoy
llamamos Perú, Bolivia y Ecuador , abarcaba parte de Colombia y de Chile y
llegaba hasta el norte argentino y la selva brasileña., la
confederación de los aztecas había conquistado un alto nivel de eficacia en el
valle de México , y en Yucatán y Centroamérica la civilización esplendida de
los mayas persistía en los pueblos herederos , organizados para el trabajo y la
guerra.
Estas sociedades han dejado numerosos testimonios de su grandeza , a pesar de
todo el largo tiempo de la devastación, monumentos religiosos levantados con
mayor sabiduría que las pirámides egipcias , eficaces creaciones técnicas para
la pelea contra la naturaleza , objetos de arte que delatan un invicto
talento. En el museo de Lima pueden verse centenares de cráneos que fueron
objeto de trepanaciones y curaciones con placas de oro y plata por parte de los
cirujanos incas. Los mayas habían sido grandes astrónomos, habían medido el
tiempo y el espacio con precisión asombrosa y habían descubierto el valor de la
cifra cero antes que ningún otro pueblo en la historia. Las acequias y las
islas artificiales creadas por los aztecas deslumbraron a Hernán Cortés,
aunque no eran de oro.
La conquista rompió las bases de aquellas civilizaciones. Peores
consecuencias que la sangre y el fuego de la guerra tuvo la implantación
de una economía minera. Las minas exigían grandes desplazamientos de población
y desarticulaban las unidades agrícolas comunitarias .,no solo extinguían
vidas innumerables a través del trabajo forzado, sino que además,
indirectamente, abatían el sistema colectivo de cultivos. Los indios eran
conducidos a los socavones, sometidos a la servidumbre de los encomenderos y
obligados a entregar por nada las tierras que obligatoriamente
dejaban o descuidaban. En la costa del Pacifico los españoles
destruyeron o dejaron extinguir los enormes cultivos de maíz, yuca,
frijoles, pallares, maní, papa dulce, el desierto devoro rápidamente grandes
extensiones de tierra que habían recibido vida de la red incaica de
irrigación…”
EDUARDO
GALEANO
LAS VENAS
ABIERTAS DE AMERICA LATINA
Pág. 65 – 66.
Selección
de textos por parte de Rosario Marina Vásquez Picón de Silva. El subrayado del
extracto corresponde a los editores.
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