martes, 20 de septiembre de 2011

EL PODER DE LA RELIGION… ¿O LA RELIGION DEL PODER?


POR: JULIO ANTONIO SILVA ALVARADO.

El uso  del pulpito por parte del cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, primado de la Iglesia Católica,  para congraciarse con el poder. Sus continuas y acostumbradas intromisiones en la vida política nacional y no precisamente en auxilio de los derechos humanos, la defensa de la creación divina o aquello que tenga que ver con una justa distribución e inclusión económica de los más necesitados; si no precisamente para justificar a los gobernantes de turno, que siempre anduvieron  con los poderosos.


Cipriani Thorne, fue nombrado en 1988 como  obispo auxiliar de Ayacucho. Su consagración episcopal fue el 3 de julio de ese año en la Basílica Catedral de Lima, recibiéndola de manos del entonces Arzobispo de Lima, el cardenal Juan Landázuri Ricketts. En 1991, tras la retirada, por límite de edad, del anterior Arzobispo de Ayacucho, Federico Richter, es nombrado arzobispo de esa ciudad. El papa Juan Pablo II hizo público su nombramiento como Arzobispo de Lima y Primado del Perú el 9 de enero de 1999. El 30 de enero se realizó la ceremonia de toma de posesión en la Catedral de Lima. Luego, el 29 de junio, recibió el palio arzobispal en Roma por segunda vez (la primera vez había sido tras su nombramiento como Arzobispo de Ayacucho), de manos del papa Juan Pablo II.
El 21 de enero del 2001 el papa Juan Pablo II anunció su nombramiento como cardenal.
El 21 de febrero del 2001 fue nombrado Cardenal por un Consistorio realizado en Roma, donde además se le otorgó la titularidad de la Basílica de San Camilo de Lellis. Fue el primer miembro del Opus Dei en recibir el título de Cardenal.

LA SUPREMACÍA DEL OPUS DEI

La orden fundada por   Josemaría Escrivá de Balaguer, adquirió un inusitado poder durante el pontificado de Karol Wojtyła, Juan Pablo II, postergando a otras ideas y  tendencias como la de la Teología de la Liberación, encarnada en el Perú por el reconocido sacerdote Gustavo Gutiérrez.

En sus inicios, el Opus Dei fue censurado y suscitó fuerte oposición por parte de otros eclesiásticos. Durante el franquismo, también tuvo la oposición de algunas organizaciones políticas en España, como la Falange Española (partido político que apoyó a Franco en la Guerra civil española y que tuvo mucha influencia en la posguerra).
Estas críticas aumentaron cuando miembros del Opus Dei, fueron nombrados como ministros y otros altos cargos dentro del régimen franquista, a partir de 1957. Siendo el punto de mayor presencia en 1969. Ello ha favorecido la idea de que el Opus Dei habría prosperado gracias al apoyo de dicho régimen y a las influencias de sus miembros que se dedicaron en esa época a la política.
Se han planteado acusaciones de proselitismo agresivo, secretismo, sectarismo, de difundir creencias ultraconservadoras, de búsqueda de poder e influencia política, y de emplear métodos coactivos con sus miembros, algunos de los cuales han sido descritos detalladamente por diversos ex miembros, que trabajaron durante años dentro de la organización.
Los críticos acusan también al Opus Dei de elitismo. El Opus Dei ha sido acusado de enfocarse en reclutar estudiantes de universidades prestigiosas, quienes después ejercerán profesiones que podrían ser usadas para influir en la política pública desde la perspectiva del Opus Dei. Del mismo modo los críticos afirman que tiene una desmesurada tendencia a acumular poder y dinero, incluso a través de promover testamentos a su favor.



EL NEGOCIO EDUCATIVO…


Las  movilizaciones y  protestas protagonizadas por  estudiantiles chilenos  en los últimos tiempos,  se suceden  en  una serie de manifestaciones realizadas a nivel nacional por estudiantes universitarios y de secundaria de Chile desde mayo del presente año. Se han llegado a apreciar como las movilizaciones más trascendentes de los últimos años y una de las mayores desde el retorno a la democracia.


Estas movilizaciones han surgido por parte de estudiantes que rechazan el sistema educacional chileno, que proporciona una amplia participación al sector privado respecto al Estado. En la actualidad, solo el 25% del sistema educativo es financiado por el Estado, mientras que los estudiantes aportan el otro 75%.
Este sistema fue implementado a sangre y fuego, durante la dictadura de Augusto Pinochet a lo largo de los años 1980,  rubricándose  con la promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) tres días antes de que éste entregara el poder. Por  esta ley el Estado  se resigna a desempeñar  un rol  solamente regulador, delegando gran parte de la enseñanza al sector privado. Tras la movilización de 2006, conocida como la "Revolución pingüina", la LOCE fue reemplazada en el  2009 por la Ley General de Educación, que no introdujo cambios sustanciales a la ley anterior.
LAS REVUELTAS ESTUDIANTILES:
Las primeras movilizaciones nacionales fueron convocadas por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), organismo que agrupa a las federaciones de estudiantes de las universidades que integran el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, más conocidas como "tradicionales",  al promediar el mes de  mayo.
Los principales líderes del movimiento universitario son: Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling , presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh) y Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC). Gradualmente, estudiantes secundarios se han ido sumando a las movilizaciones y comenzaron a realizar tomas en sus colegios, repitiendo las acciones de la "Revolución pingüina".
La primera marcha nacional convocada por la Confech tuvo lugar el 12 de mayo, que en Santiago, la capital chilena, convocó a más de 15.000 estudiantes. Ésta se realizó días antes de la cuenta pública anual dada por el presidente de la República el 21 de mayo ante el Congreso Pleno, y buscaba ejercer presión respecto de los posibles anuncios que Sebastián Piñera realizaría en el discurso en materia de educación superior.
Tras el discurso del 21 de mayo, la Confech declaró su disconformidad con las medidas anunciadas por el presidente y llamó a una nueva marcha para el 26 de mayo, la que convocó a unos 8000 estudiantes en la capital del país (incluyendo unos dos mil de la educación secundaria), en la que presentaron una carta a Joaquín Lavín, ministro de Educación, 

RADICALIZACIÓN DE LA MOVILIZACIÓN:

Durante el mes de junio, los estudiantes convocaron a sucesivas marchas en las principales ciudades de Chile, alcanzando gran convocatoria y demandando reformas al sistema educacional chileno que fortalecieran el rol del Estado en la educación. Luego de un mes de paralizaciones, el gobierno decidió presentar su primera propuesta entregando un nuevo fondo para la educación y facilitando el acceso a créditos universitarios.
Sin embargo, las principales organizaciones rechazaron la propuesta demandando medidas más de fondo. Sucesivas propuestas del gobierno han abierto la posibilidad de reformas al sistema, como la desmunicipalización de la educación secundaria o un cambio constitucional que asegure la calidad en la educación, pero no han sido consideradas suficientes por los estudiantes.
El Estado chileno ha reprimido sangrientamente las movilizaciones de los estudiantes chilenos, los carabineros han sido objeto de sendas denuncias.
El movimiento de protesta estudiantil en Chile ha  concitado la atención de un mundo que ha sido testigo del poder que las manifestaciones masivas han tenido en diversos continentes. Sus protagonistas son los escolares, que entre otras cosas piden se  termine el actual sistema de administración de los establecimientos, y los universitarios, quienes, entre otros puntos, abogan por un mayor aporte del Estado a las instituciones tradicionales de educación superior. A ellos se aunó el Colegio de Profesores, generando un cuadro que ha tomado fuerza al punto de ser calificado como la manifestación más importante desde el retorno a la democracia en 1990.
En el 2006 irrumpió un movimiento estudiantil conocido como la "revolución pingüina", en referencia al color del uniforme que usan  la mayoría de los escolares en Chile, que básicamente pedía el fin de la política educativa pública en que el Estado financia sólo un porcentaje dependiendo del número de alumnos matriculados.
A juicio de los expertos, la respuesta del gobierno de la entonces presidenta Michelle Bachelet fue insuficiente y los acuerdos no se tradujeron en modificaciones.
A IMAGEN Y SEMEJANZA:
El dictador Alberto Fujimori, al implementar el modelo neoliberal, introdujo también la inversión privada en educación (la educación como mercancía), para lo cual promulgó las leyes necesarias, debilitó el plan de estudios e introdujo un modelo educativo que colisiona con nuestra realidad nacional, implementando una sostenida campaña de desprestigio de la educación pública, así como  maltrato y precarización de la profesión docente.
Entonces han proliferado establecimientos de educación privados sin las condiciones mínimas de infraestructura o seriedad académica, en todos los niveles educativos.
El régimen del inefable Alan García Pérez, complementó  con la municipalización en algunos distritos,  la promulgación de la Ley de Carrera Pública Magisterial,  más maltrato y vilipendio hacia los maestros.
Ardua tarea la del nuevo régimen para reordenar el sistema educativo nacional y revertir el mal sistemático  ocasionado al sistema educativo nacional.

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